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Foto del escritorCristo para Todas Las Naciones

¡No tengo tiempo!


¡Oooohhhhhhh! ¡Hay tantas cosas por hacer y tan poco tiempo! Pero no nos crucemos de brazos ni nos disgustemos. ¡Hay una forma de lograrlo! ¡Las cosas pueden ser diferentes! Usted puede cambiar – aun cuando usted esté en este mismo momento cambiando pañales, barriendo, etc… Hay varios factores que vamos a analizar en este dilema. Uno de esos factores es el ritmo de nuestras vidas, otro es el de establecer prioridades. Y el tercero es la organización.


La primera cosa que necesitamos recordar es que escogemos la forma en que vivimos. Si nuestro vivir es agitado, a nadie hay que culpar más que a nosotros. Y si hemos escogido vivir de una forma muy apresurada hasta volvernos locos, entonces debemos tomar las decisiones que nos ayuden a tener una vida más “lenta”.

Enfocando las Prioridades

Una prioridad se puede clasificar como algo o alguien a quien usted valora y por consiguiente sitúa en un lugar especial de su vida. Lo ideal sería que la manera en que nosotros invertimos nuestro tiempo esté ligado a la forma en que hemos situado nuestras prioridades.

Las personas parecen tener enfoques diferentes cuando hay que priorizar. La manera en que nosotros apreciamos los detalles de nuestra vida puede variar, pero las personas siguen por lo general una pauta. A menudo, la manera en que respondemos a las situaciones se puede comparar con lo que aprendimos en nuestra familia acerca de los enfoques de las prioridades. Pero eso no significa que no podamos cambiar, si el cambio es necesario o beneficioso. Puede ser una batalla dura para lograrlo.

Tips para Organizarse y Establecer Prioridades

Si usted tiene dificultades con respecto a organizarse y establecer prioridades — a gran o pequeña escala—esto es lo que le sugiero:

1- Haga una lista de las personas y cosas más importantes en su vida, y entonces colóquelas en posiciones en base a lo que usted espera lograr con respecto a ellos. Esto puede ser el aspecto más difícil a la hora de definir las prioridades ya que solemos permitir que aquello que tratamos de hacer primero es lo que la mayoría de las personas demandan de nosotros y no lo que es realmente más importante.

2- Espere lo inesperado. No permita que las experiencias imprevistas arruinen su día. Véalos como oportunidades para ayudar a otros o para su crecimiento personal. Trate de no correr de una prioridad a la otra porque un “tropezón” puede lastimarle. Aprenda a delegar responsabilidades en los demás, si es posible.

3- Sea práctico al fijar sus metas. No las ubique tan alto pues se desilusionará si no logra alcanzarlas.

4- Tome unos cuantos minutos al inicio del día para organizar sus pensamientos, sus metas, y sus tareas. Tenga presente que hacer una lista puede ser una manera de estar organizado—recuerde establecer metas accesibles y verifique qué tan importantes son para ese día.

5- Conozca sus fuerzas y sus limitaciones, y no permita que otros controlen sus acciones y decisiones según “que” o “lo que” ellos piensan que usted debe hacer.

6- Olvide las Antiguas Técnicas. Dese cuenta si las cosas que en estos momentos usted valora, su ritmo de vida, o sus actitudes son sanas o apropiadas. ¿Lastiman sus acciones a otros? ¿No está satisfecho con la forma en que están las cosas ahora mismo? Si no, entonces decida qué hacer.

7- Fresco Comienzo. Decida en hacer un fresco comienzo, un comienzo diferente al establecer las prioridades. Busque ayuda de la familia y amigos. Permítales que sean parte del equipo involucrado en su vida.

8- Observe Sin Temor. No se asuste si usted no logra todo lo que estableció. ¡Perdónese usted mismo! Y pida perdón si le ha causado a otra persona un problema porque sus prioridades se hayan salido de control.

Y Finalmente… ¡Libertad!

Cuando manejaba de regreso a casa después de haber tomado mi desayuno tan temprano, vi un cartel delante de una iglesia. Decía, “¿Sabía usted cuál es la prioridad número uno de Dios?” Una sonrisa se dibujó en mi rostro. Todo este meditar y escribir sobre las prioridades y aquí estaba yo ante un cartel que me recordaba la lista de prioridades de Dios. Y yo estaba en primer lugar. Dios, a través de Su Hijo Jesús, desea hacernos saber que Él nos ofrece Su completa aceptación y amor – el cual incluye el perdón gratuito – y el regalo del cielo para todo el que cree.

Jesús lo hizo por todos nosotros—El dio Su vida en la cruz y se levantó de la muerte para que nosotros tengamos una vida de libertad por siempre. Y es un obsequio sin costo. ¡Está en la cima de la lista de prioridades de Dios para cada uno de nosotros! Su amor nos libera para vivir una vida nueva para El. Eso me lleva a querer responder con gratitud a Su perdón inmerecido, al obsequio del cielo, y a todas Sus bendiciones. ¡Quiero que EL sea mi número uno en las prioridades! ¡Eso afectará cómo conduzco mi vida, mis enfoques y prioridades, y cómo organizo la vida con la cual Dios me ha bendecido!

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Crédito: Extracto del folleto Too Much to Do, Too Little Time.

Autor: Tim Wesemann // Copyright © 2002 de Lutheran Hour Ministries (LHM) – Traducido al español – impreso (2005) por Cristo Para Todas Las Naciones (subsidiaria de LHM, en Panamá).

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